Más allá de que hemos dejado de tener un gobierno en funciones, están pasando muchas cosas y más que pasarán. Cosas de las que la gente toma nota, aunque no es menos cierto que a muchos de ellos se les olvidan con el paso del tiempo. Por ejemplo, que Sánchez ha salido investido presidente, con la complicidad de Bildu, después de haber repetido reiteradamente –algunos dicen “por activa y por pasiva”- que jamás cerraría un acuerdo con esa formación. Más de una cosilla le han dicho algunos de los referentes del socialismo en otra época o los hijos de algunos socialistas de renombre que fueron asesinados por algunos de los sujetos a los que Bildu representa. Por ejemplo, que Pedro Sánchez tenía una cara malísima el día en que en el Palacio Real se celebraba la Pascua Militar, donde Felipe VI hablaba de la lealtad a la Constitución. Por ejemplo, que el susodicho Pedro Sánchez ha decidido no aparecer por Zarzuela para comunicarle al Jefe del Estado la composición del nuevo ejecutivo. Va a comunicárselo mediante una llamada de teléfono, cosa que no había ocurrido nunca hasta ahora, si bien lo que está establecido es que ha de hacerse dicha comunicación, pero sin especificar el procedimiento. ¿Una cuestión menor? No lo parece, vistas algunas de las actitudes que ofrece el flamante presidente. Por ejemplo, que este es uno de los gobiernos con mayor número de ministros de toda la democracia. Tiene su explicación en términos estrictamente políticos, por se trata de un gobierno de coalición, algo que ocurre por primera vez en nuestra democracia que ya se encamina al medio siglo de duración. Pero, a buen seguro, a muchos les parecerán muchos ministros, con sus direcciones generales, secretarios, asesores y demás parafernalia que conlleva la propia existencia de un ministerio.

Pero no todas las cosas que están pasando tienen como epicentro a Sánchez, ha caído, por primera vez en varios años el número de coches matriculados en España, lo que es una mala noticia porque afecta a uno de los grandes motores de nuestra economía. Ha crecido la población española, respecto al año anterior, una buena noticia, pero lo ha hecho porque hay un flujo migratorio positivo, porque en 2019 murió más gente que nació. Que la primera encuesta postgobierno, publicada por ABC el pasado domingo, apunta a que el PSOE de Sánchez pierde apoyos y el flamante presidente pierde valoración, si bien esas cosas se encarga de arreglarlas Tezanos. Acaba de hacerlo con la nueva encuesta del CIS.

En Córdoba también pasan cosas. Se mejora algo el atasco de la Gerencia Municipal de Urbanismo. En diputación funcionan las puertas giratorias porque es necesario buscarle acomodo a prebostes socialistas que se encuentran en el dique seco, aunque eso suponga defenestrar a buenos profesionales que desempeñaban los cargos que ahora ocupan los de las puertas giratorias. El Ayuntamiento ha puesto en marcha el plan estratégico de la ciudad para la próxima década. La intención es excelente por lo que implica de dar continuidad, más allá del color municipal, a lo que pueden ser proyectos y directrices de suma importancia para el desarrollo de Córdoba. También tenemos ya presentado el cartel de la próxima Semana Santa. Deberían tomar nota en el Ayuntamiento porque estamos metidos en el año y enero avanza implacable, sin que se haya presentado en el pleno el presupuesto municipal.

(Publicada en ABC Córdoba el 18 de enero de 2020 en esta dirección)

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