Esta noche las calles y plazas de muchos pueblos y ciudades de España verán discurrir la cabalgata de SS MM los Reyes Magos de Oriente, aunque el Papa Benedicto XVI en un estudio dejó abierta la posibilidad de que no viajaran a Belén desde Oriente, sino desde Tartessos, en el Sur de la Península Ibérica. Solo el Evangelio de San Mateo recoge este hecho de que los Magos llegaron a Belén para adorar al recién nacido Jesús. Esta adoración no aparece en ninguno de los otros tres evangelios canónicos. Ocurre con ella lo mismo que con la de los pastores, que sólo está recogida en el Evangelio de San Lucas. Se refiere el evangelista a unos magos –la interpretación de mago sería la de sabio-, sin señalar que eran reyes, sin mencionar sus nombres y sin referirse a su número. El hecho de que se haya considerado que eran tres se basa en que ofrecieron al Niño tres regalos: oro, incienso y mirra. La realeza, que se añadió al carácter de magos, dando lugar a los Reyes Magos, está relacionada con el alto valor de los regalos que llevaron Belén.

En alguno de los evangelios apócrifos se recoge también la adoración de los Reyes Magos. Según se cuenta en el llamado de Tomás, éste los encontró, allá por el año 70 en el reino de Saba y fueron bautizados por él, llegando a ser consagrados obispos. Después sufrieron martirio, siendo enterrados en un mismo sarcófago que fue encontrado por Santa Helena, la madre del emperador Constantino, quien los llevó a Constantinopla, que se había convertido en la capital del imperio, desplazando a Roma. Ya en el siglo XII, el emperador Federico Barbarroja, trasladó el sarcófago a Colonia y en su imponente catedral se conserva el conocido como sepulcro de los Reyes Magos, convertido en uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo cristiano.

El nombre de Melchor Gaspar y Baltasar con que se les denomina, parece ser que tiene su origen en algunos textos de los siglos III y IV. Pero la referencia más antigua se encuentra en un mosaico de la iglesia de San Apolinar el Nuevo, en Rávena donde aparecen rotulados sus nombres. Participan en una procesión, vestidos con indumentaria persa y tocados con un gorro frigio. La aparición de un rey mago negro es mucho más tardía. No aparece hasta finales de la Edad Media en que queda fijada la iconografía de la “Adoración de los Reyes Magos”. Numerosos artistas de los siglos siguientes –Velázquez, Rubens, Leonardo da Vinci que la dejó sin acabar, Botticelli, El Greco, Durero, Tiziano, Murillo, Veronés, Goya…- representarán este momento de la Navidad.

En los países católicos se asoció la celebración de la festividad de los Reyes Magos con la de la Epifanía, que se celebra el 6 de enero. No será hasta después de mediados del siglo XIX cuando la noche de Reyes se convirtió en la noche en que los Magos de Oriente traen regalos a los niños por su buen comportamiento. Será en Alcoy, en 1866, cuando salga por primera vez una cabalgata de Reyes Magos, iniciando la que hoy es una tradición que, en la ciudad alicantina, se mantiene desde hace más de siglo y medio y se ha extendido hasta el último rincón de España, sosteniendo un fuerte pulso con la novedad de Papá Noel, importada del norte de Europa

Espero que todos ustedes reciban su regalo y los Reyes no les traigan carbón.

(Publicada en ABC Córdoba el 5 de enero de 2018 en esta dirección)

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